Tanisa acababa de superar la adicción cuando entregó su vida a Cristo. Unas semanas más tarde descubrió que estaba embarazada. Después de dar la bienvenida al mundo a su hija recién nacida, Tanisa comenzó a volver a caer en los viejos hábitos. Tanisa sabía que ahora tenía otra vida que cuidar y que no podía volver a caer en sus viejos hábitos. Sabía que no podría hacer esto sin Dios. Tanisa descargó la aplicación de la Biblia y encontró comunidad y apoyo gracias a los diferentes planes de la aplicación y al asistir a su iglesia local. A medida que la hija de Tanisa crecía, pudieron hacer la Experiencia Bíblica para Niños juntas. Todas las noches antes de dormir se convirtió en una rutina para Tanisa y su hija. Hablaban de lo que habían aprendido y luego rezaban una oración para terminar el día. A medida que su hija crecía, Tanisa comenzó a hacer planes en la aplicación de la Biblia dirigidos a los niños. Esto creó un gran diálogo entre Tanisa y su hija. Esto no solo las unió más como madre e hija, sino que también hizo crecer sus relaciones con Dios. Incluso en el ajetreo del Bronx en la ciudad de Nueva York, Tanisa y su hija tienen como prioridad pasar tiempo juntas en familia para hacer de la lectura de la Biblia una prioridad.